Por Nicole Altamirano y Paúl Quiñónez: 14 de julio de 2023
En todas las industrias, la evolución tecnológica ha permitido que los productos y servicios sean cada vez más asequibles, eficientes y dinámicos. En derecho no ha sido la excepción. Desde hace años que los abogados y la tecnología han trabajado de la mano para facilitar las labores del profesional del derecho. Pensemos en herramientas de gestión de contratos, seguimiento de horas/hombre dedicadas a determinado proyecto o cliente, software para consulta de legislación vigente, páginas web con plantillas de documentos legales pre elaborados, herramientas para firma electrónica de documentos digitales y hasta marketplaces para conectar clientes con abogados en determinada zona geográfica.
Todas estas soluciones han sido parte de la evolución de la tecnología puesta en beneficio de los profesionales del derecho y del sistema de justicia en general, pero ¿qué más está por venir?
En este blog comentaremos algunas de las formas en las que la tecnología está redefiniendo por completo la dinámica en la que interactuamos con el sistema legal, pero antes, entendamos primero a qué nos referimos por legaltech. ¡Prepárate para embarcarte en un viaje hacia el futuro!
- El punto de partida: ¿Qué es legaltech?
Como se mencionó, desde hace mucho tiempo ya existe una vinculación entre la tecnología y el mundo legal; pero no fue sino hasta 1982 que el término legaltech se acuñó en Estados Unidos, en una conferencia organizada por Janet Felleman, con la colaboración de Price Waterhouse, dirigida a enseñar cómo utilizar y gestionar la tecnología (fundamentalmente computadores) a los despachos de abogados.
Ahora, quienes están estudiando esta materia, se han visto frente al término legaltech con dos enfoques:
- Definición restrictiva: desde este enfoque se piensa en la tecnología legal (legaltech), como el software o herramienta tecnológica que se utiliza para mejorar la prestación de servicios legales, con el objeto de simplificar operaciones, optimizar los flujos de trabajo actuales y mejorar la gestión general del conocimiento y la información que existe en los despachos de abogados o empresas; e, incorporar elementos predictivos en la toma de decisiones.
- Definición expansiva: a diferencia del enfoque anterior, se observa la necesidad de que legaltech no solo se refiera a la creación de tecnología sino también a proponer y estudiar su regulación. Es decir, legaltech como una nueva rama de estudio, dentro del ámbito del derecho digital, que desarrolle tecnología y se ocupe de cuestiones como la regulación del uso de inteligencia artificial, las herramientas de reconocimiento facial, la discriminación derivada del uso de algoritmos o la emisión de tokens, por ejemplo.
- ¿Por qué legaltech? ¿Qué debe cambiar?
Las herramientas y la organización de los estudios jurídicos están obsoletas. La “vieja escuela” genera muchos archivos, papeles y procesos todavía físicos, en parte porque la formación y mentalidad del profesional del derecho y de los actores del sistema de justicia, en general, está asociada con las formas tradicionales de hacer las cosas, pues, se sienten más “formales y seguras”.
Además, es cierto que en pleno siglo XXI, post pandemia, todavía hay procesos que requieren la presencia física de las personas, para que un tercero (notario) pueda dar fe de la validez legal de determinado negocio jurídico. Aunque en el Ecuador ya hay normativa para iniciar ese proceso de transformación de lo físico a lo digital, hace falta voluntad, creatividad y una nueva mentalidad, que poco a poco despierta.
El Informe del Grupo de Trabajo sobre Justicia, una iniciativa apoyada por las Naciones Unidas, en el 2019, arrojó datos alarmantes. Al menos 5,1 mil millones de personas en el mundo no tienen acceso al servicio básico legal. Esta problemática nos obliga a que, como profesionales del derecho, pensemos en nuevas propuestas que la atiendan. Por ejemplo, vemos que en el mercado ya existen agentes legales alternativos que están ofreciendo sus servicios en línea, sin ser necesariamente abogados. Es decir, “sé hacer un trámite de principio a fin, lo digitalizo y cobro por ello.” También hemos visto ya la oportunidad que presentó Chat-GPT con su inteligencia artificial, en un futuro muy cercano, las personas utilizarán éste y otros chatbots, con superpoderes, para consultar sobre su situación legal.
Abrimos debate: ¿Crees que algún día estos agentes alternativos reemplazarán el trabajo del abogado si no nos transformamos digitalmente?
Para que el abogado permanezca en el sistema legal como opción preferida, el mercado tradicional tiene que ser transformado a un mercado digital en el que se aprovechan las herramientas existentes para agregar valor al servicio legal. ¿Qué es lo mínimo que debería considerar el servicio legal tradicional a la hora de transformarse?
Como primer punto, el uso de archivos digitales: se puede acceder a los repositorios digitales desde cualquier parte del mundo; mantener documentación actualizada al alcance del profesional y de su equipo de trabajo; mantener la trazabilidad y el registro seguro de los archivos, sus modificaciones y eliminación. Con el uso de la tecnología, bien empleada, se puede asegurar el mantenimiento de la confidencialidad, la integridad y disponibilidad de la información del despacho y de los clientes.
Como segundo punto, existen muchos documentos legales, que pueden resolver asuntos privados, que no requieren ser firmados físicamente. La firma digital es una excelente opción, no solo porque se puede firmar desde cualquier lugar del mundo, sino que asegura la integridad del documento. Es decir, cuando se implanta una firma digital, queda un registro de la persona que firma, así como de la fecha y hora en que lo hace. Al documento se le incluye un certificado electrónico, lo que hace que el documento no pueda modificarse luego de firmado.
Como tercer punto, se puede destacar la solución a aquellos trabajos repetitivos y rutinarios como son la redacción de contratos, demandas y/o formularios. Con la automatización y estandarización de procesos y documentos se puede optimizar su elaboración con tan solo pocos clics; así se reduce la carga de trabajo, los errores de tipeo y el profesional y su equipo pueden enfocarse en tareas que produzcan mayor valor para la firma.
¡Es momento de comenzar!
Estos han sido solo ejemplos y creemos que los más básicos y con los que ya deben estar trabajando los abogados. Aplicaciones en legaltech hay muchas. Sea que se trate de un despacho o si se trata de un abogado independiente, es preciso entender qué materia del derecho es su especialidad, cuáles son los procesos que maneja a la hora de prestar el servicio y cuál es el estado actual de la inmersión del profesional en el mundo tecnológico.
A partir de ello, vale la pena identificar las oportunidades de mejora en sus procesos e investigar las aplicaciones legaltech existentes en el mercado. En el largo plazo, aplicar una solución tecnológica puede ayudar a reducir los costos para el despacho y para los clientes; además, permite una mayor cobertura para ofrecer servicios legales.
Algunos emprendimientos legaltech ya están ofreciendo soluciones que facilitan los procesos de constitución de empresas, consultas legales en línea y hasta digitalización de procesos. Para referencia se puede acceder al Radar Tech StartUp 2023, que muestra alguna de las iniciativas en el ámbito legal tecnológico en el Ecuador.
Bibliografía
- BARRIO, M. (2019). Legal Tech. La Transformación Digital De La Abogacía. Madrid: La Ley.
- El Grupo de Trabajo sobre la Justicia, Justicia para Todos – El informe del Grupo de Trabajo sobre Justicia: versión de conferencia (New York: Center on International Cooperation, 2019), disponible en https://www.justice.sdg16.plus/